Pesca con Mosca
 

LA PESCA CON MOSCA
La pesca con mosca se practica poco en Chile. No por eso deja de ser, para algunos, el método supremo del arte de pescar.

La pesca con "mosca seca" o "mosca mojada" se emplea principalmente para pescar truchas, esencialmente carnívoros, se alimentan de insectos y por esta razón habrá posibilidades de pescarlos utilizando una mosca artificial, que tenga parecido con los insectos que revolotean en la superficie, o entre las piedras de la orilla.

La línea y en su extremo la mosca, se "lanza" perpendicularmente a la corriente y se recupera lentamente, dándole pequeños movimientos que le den aspecto de insecto vivo.

Caña de
carbono
Caña de
bambú


Para este tipo de pesca se puede utilizar  una caña de 2.40 mts.' a 3 mts. de largo, pueden ser de bambú o mejor de "split bambú", es decir bambú partido y pegado.

En la actualidad se fabrican de material sintético de fibra de vidrio pleno o de fibra de vidrio hueco, también de fibra de carbono o una mezcla de estos materiales.

Generalmente son de dos varas, con enchufes que pueden ser diferentes según el modelo. Lo importante es que brinden precisión en el lance y que concluida su curvatura, vuelva a la posición exacta de partida, sin oscilaciones laterales.





El carrete es colocado al extremo inferior de la caña, por debajo y atrás de la mano. Debe ser de forma sencilla, sin multiplicación, de 2 ó 3 centímetros de ancho y 8 a 10 centímetros de diámetro. Es mejor que tenga un freno regulable y chicharra.

Y antes de seguir adelante, dejemos en claro una cosa que no debe olvidarse: se dice "lanzar la mosca". Es falso: lo que se lanza es la línea, y en su extremo la mosca. Su tipo y su calidad son, por consiguiente, de mucha importancia. Su peso es primordial, porque   su peso es quien hace trabajar la caña. Mientras más "potencia" tiene la caña, más pesada debe ser la línea.

La línea no se debe sumergir en el agua, y siendo así, que permita un mejor desplazamiento. Se emplean de preferencia las líneas tipo "cola de ratón", es decir más delgadas en las puntas que en la parte media, pero las tipos "level", es decir de grosor parejo, son también muy buenas.

Por lo general estas líneas flotantes tienen sólo +/- 30 metros, aunque las del tipo "level" suelen venir en rollos de mayor largo. Como sea, 30 metros es muy poca línea y es conveniente completar de 70 a 100 metros con una línea de nylon corriente, por si el pescado es fuerte y "pide línea".

Entre la línea que se llama comúnmente "Cola de Ratón" y la mosca, se utiliza un trozo de línea invisible, de un largo a gusto del pescador, y que varia entre 2 y 3 metros. Este tramo se llama "Leader". Los pescadores tratan por lo general de utilizar el último tramo del diámetro más delgado posible dentro de un margen de seguridad.

Hay que unir las dos líneas con sumo cuidado, firmemente, con un nudo que no se atore en los pasadores. Lo mejor es hacer un buen embarrilado.

El invisible "Leader", o sea la parte final de la línea en el agua, debe permitir precisión en la colocación de la mosca en el lugar seleccionado.

El conjunto del "equipo" debe estar "balanceado". El peso de la línea debe estar en relación con la potencia y elasticidad de la caña y el peso del carrete, de modo que, empuñada la caña, con el carrete hacia abajo y detrás de la mano, dé al pescador la sensación de un equilibrio perfecto.

 

CONSEJOS PRÁCTICOS

 

Las moscas que suelen usarse son por lo general aquellas cuyo tamaño y colorido se asemejan más a los insectos existentes en la región, en un período determinado. También se usan moscas de cola larga (a veces con dos anzuelos) que se designan como "streamers". En realidad su acción en el agua es más parecida a la de un alevín y se trabajan como mosca mojada o también llamada ahogadas, es decir bajo la superficie del agua.

caña de puntilla muy flexible

caña débil en el trozo central

caña de curva parabólica perfecta

Hemos descrito ya el tipo de caña, carrete y línea que se emplean en este estilo de pesca. Recordaremos solamente que la caña debe ser de buena calidad (peso reducido, de 125 a 200 grs. más, soltura, nervio y potencia), tener más o menos 3 metros de largo, ser "elástica", pero no "blanda". Al doblarse la caña debe tomar la forma de una "parábola". No debe tener ningún sector débil, ni trozos excesivamente rígidos. La debilidad del trozo central, debe evitarse.
El carrete sirve solamente para enrollar la línea. No tiene ninguna acción durante el lanzamiento. Su peso debe ser proporcional al de la caña y dar, con algunos metros de línea estirada, la sensación de perfecto equilibrio. El carrete queda, como lo hemos dicho, en el extremo inferior de la caña, detrás de la mano, debajo de la muñeca.

EL LANZAMIENTO

Armada la caña, con unos 4 o 5 metros de línea afuera, hay que tomar el mango firmemente, pero sin apretar demasiado. Con el carrete apoyado en la muñeca, los cuatro dedos mayores sujetando el mango de corcho por debajo, ni siquiera es necesario apoyar el pulgar. El pulgar nos servirá durante el lanzamiento para detener la caña cuando llegue a la vertical en el impulso de la línea hacia atrás y para dar un impulso vivo a la caña durante el movimiento hacia adelante.

La muñeca hace las veces de un eje. El codo debe quedar pegado al Cuerpo. El antebrazo no hace más que ayudar a la caña en el "movimiento" que le imprime el peso de la línea. lanz1.jpg (11280 bytes) lanz2.jpg (11119 bytes)

Al levantar la caña hay que acelerar progresivamente el movimiento como para "lanzar" la línea hacia atrás, hasta que la caña llegue a la vertical. La caña no debe pasar de la vertical, porque entonces la línea caería atrás, y es posible que la mosca y el invisible se queden enredados entre las piedras o en las hierbas. La "pausa" de la caña, en la posición vertical, es proporcional al largo de la línea que está en vuelo: mientras más línea afuera, más larga la pausa. Si la pausa es muy corta, la línea no se desarrolla bien hacia atrás, la mosca sufrirá un golpe y perderá fuerza y precisión al volver hacia adelante. Si la "pausa" es demasiado larga, la mosca topará el suelo.

El movimiento hacia adelante, después de la "pausa", no debe ser brusco. Empieza suavemente unos 20 centímetros y luego un impulso vivo hacia el frente.. Luego un compás de espera mientras la línea vuela, para terminar acompañándola lentamente hasta que la mosca toque el agua.

Durante todo el lanzamiento, el índice y el pulgar de la mano izquierda sujetan la línea entre el carrete y el primer pasador de la caña; es la mano izquierda la que se encarga de sacar línea del carrete y largarla en el momento oportuno, es decir: después del impulso vivo hacia adelante, cuando ya la línea se ha estirado; digamos, cuando la línea está horizontalmente estirada en el aire, no antes, porque la línea perdería su impulso, cayendo al agua antes que la mosca y, tal vez, más lejos que ella. img8.jpg (23584 bytes)

Hemos dicho que lo que se lanza es la línea y no la mosca. Por consiguiente, para aprender a lanzar es completamente inútil poner un anzuelo en la línea. Lo mejor para aprender es atar una mosca usada, o la que se le haya cortado el anzuelo, quedando solamente el cuerpo y las alas. Su peso no tiene importancia. Aun al principio puede aprenderse a lanzar sin mosca y sin invisible: la línea sola, basta para obtener el "ritmo" necesario.

No trate de lanzar lejos. Aprenda primero a lanzar bien a 10 ó 12 metros. Aprenda a colocar su mosca suavemente, sin "guasquear" y sin azotar el agua con la línea. Mantenga el codo al cuerpo.
Aprenda a manejar la línea con los dedos de la mano izquierda.
El carrete se usará solamente para guardar la línea al cambiar de sitio o para sacar un pez del agua.

Puede comenzarse en un campo limpio, en un prado por ejemplo, pero en cuanto sea posible hágalo en el agua, en una laguna, en una piscina, en un tranque sin corriente y sin viento. Busque el "ritmo" y la precisión antes que la distancia. No haga "esfuerzo" y no maltrate su caña. Una caña maltratada pierde su "nervio".
La perfección y la distancia las adquirirá poco a poco, después de lanzar bien y mucho...

Ahora ya estamos equipados, ya sabemos (más o menos) lanzar la mosca: vamos al río.

LA PESCA CON MOSCA SECA

Acerquémonos a la orilla con precaución para que las truchas no nos vean. El agua está clara y es preciso que no se asusten. Pescaremos remontando el río. Saquemos primero unos metros de línea, sin dejar que la mosca toque el agua, y luego, cuando ya tengamos el largo suficiente, dejemos caer la mosca suavemente en el remanso, detrás de esa piedra, o a la orilla de aquella pequeña correntada, donde el agua es más lenta, y donde probablemente hay una trucha al acecho.

Colocada correctamente, la mosca baja lentamente con la corriente. La línea no debe quedar estirada y la mosca no debe "Surcar" el agua. Es raro que una trucha pique una mosca que "surca" el agua.

La trucha que está al acecho, apenas percibe el insecto en la superficie, sube a atacarla, lentamente primero y luego como un celaje. Pero, cuidado la trucha no va a "tragarse" la mosca como lo haría con una carnada; la tomará con la punta de la boca y si la mano del pescador es demasiado brusca o demasiado lenta, o le quitará la mosca de los labios, a la trucha, o le dará tiempo para que se dé cuenta del engaño y escupa el anzuelo. Debe engancharse a tiempo; ni demasiada aprisa, ni demasiado fuerte, ni demasiada tarde.

LA PESCA CON MOSCA MOJADA

Así como "mosca seca" significa que la mosca flota sobre el agua, mosca mojada quiere decir que la mosca se hunde y trabaja bajo la superficie del agua.

Muchos pescadores son ardientes partidarios de la mosca mojada, en cambio otros no aceptan que se hable de "pesca con mosca" si no se trata de "mosca seca". Sin embargo, como los primeros pescan generalmente bajando el río, mientras los segundos prefieren lanzar remontando la corriente.

Hay que reconocer que la técnica de la pesca can mosca seca es la más difícil. Necesita reunir la perfección de los implementas utilizados, la de su manejo y un conocimiento profundo de las costumbre de los peces. Es un sistema reservado a los pescadores muy diestros y deseosos de llevar el deporte a la cúspide del arte y de la ciencia.

La pesca con mosca mojada es más fácil, una vez que se han adquirido los conocimientos esenciales que permiten lanzar la mosca con precisión a cierta distancia.

Los principios de la pesca can mosca mojada son los mismos que los de la mosca seca, con pequeñas variantes, como lo veremos en seguida.

La caña debe tener mayor potencia, su peso puede ser de 180 o 300 gramos. El carrete siempre de peso proporcional a la caña.

La línea más recomendable seria el tipo "cola de ratón" HDH y el invisible de grueso decreciente, Todo en general algo más resistente que para la mosca seca.

La generalidad de los pescadores aquí en este país usan siempre líneas muy resistentes y tal vez exageran el margen de seguridad indispensable. En Otras partes los aficionados buscan, al contrario, reducir al mínimo la visibilidad de sus líneas y confían más en la flexibilidad de su pulso que en la resistencia de la línea. Aquí se usan líneas de 25 y hasta 35 lbs. de resistencia para pescar truchas de 2 ó 3 kilos, invisibles de 10 a 12 libras, anzuelos del 1 ó del 2, etc., perdiéndose con ello gran parte de la emoción y del mérito de la pesca.

Quien quiera lograr el goce que proporciona la "pesca con mosca mojada" debe aprender a lanzar su línea con cierta precisión y a una distancia relativa. La técnica del lanzamiento es exactamente la misma que la de la mosca seca, que hemos descrito.

Los tipos de moscas son diferentes.

Suelen usarse también otros tipos de moscas de cola larga, llamadas comúnmente "Streamers", de las cuales en los últimos años se han empleado con éxito algunas, con dos anzuelos acoplados.

En resumen, si nos hemos expresado bien, el lector habrá comprendido las diferencias que existen entre la pesca con mosca seca y la mojada y sus puntos de contacto.

Para la mosca mojado:

          1) Caña ligeramente más pesada.

2) Línea e invisible más gruesos.

 

3) Moscas y anzuelos más grandes.

 

4) La técnica del "lanzamiento" es igual.


Pero una vez llegados al lugar de pesca, la prudencia, para que las truchas no nos vean, debe ser aún mayor si es posible. Generalmente las truchas esperan el alimento que viene en la corriente y están mirando hacia arriba. Si el pescador se mete al medio del río y se pone a gesticular sin el menor recato, lo más probable es que termine el día convencido de que no hay truchas en el agua. A no ser que se encuentre con el amigo que viene subiendo la corriente y que le demostrará lo contrario.

Hay que evitar que las truchas nos vean y que nos oigan.

La mosca mojada se "lanza", de preferencia, perpendicularmente a la corriente del río, un poco hacia arriba, de modo que al llegar a la perpendicular, arrastrada por la corriente, ya se ha hundido en el agua y ha tomado la posición y aspecto que necesitamos.

El índice y el pulgar de la mano izquierda sujetan la línea ligeramente tirante mientras la punta de la caña, con pequeños movimientos de arriba abajo, le imprime cierto apariencia de vida a la mosca.

La mosca ha caído en el lado opuesto del río, al borde de la corriente. La línea será llevada por ésta hacia abajo, formando una gran curva entre la mosca y la punta de la caña. Cuando ya la corriente haya estirado completamente la línea y nuestra mosca se encuentre en el término de su carrera, podemos recoger, con la mano izquierda, algunos metros de la línea, sin dejar de mover ligeramente la puntilla de la caña para hacerle recorrer a lo mosca cierto trecho en el río, corriente arriba.

Si no ha picado hasta ahora, es inútil insistir y es mejor principiar un nuevo lanzamiento. ¡Pero mucho ojo! Es en este momento preciso (cuando la mosca sube hacia la superficie atraída por el movimiento de la caña en el comienzo del lanzamiento hacia atrás) cuando existen buenas probabilidades de que alguna trucha se proponga no dejarla escapar. Por esta razón, el comienzo del movimiento de lanzar debe ser cauteloso, hasta tener la seguridad de que la mosca ha sido definitivamente despreciada por los peces y que la línea no se ha "chupado", es decir, que algún remolino no la haya hundido demasiado en el agua. Ambas cosas podrían producir, si no la rotura de la línea o de la caña, por lo menos un trabajo excesivo para ésta y la pérdida de sus mejores cualidades.

El nuevo lanzamiento puede hacerse en el mismo sitio que el primero, y aun un tercero o un cuarto lanzamiento ofrecen posibilidades, en determinado lugar. La trucha es desconfiada y no siempre se lanza a ciegas sobre su presa. Algunos pescadores sostienen que el tercer lanzamiento es el bueno.

Y así, paso a paso, iremos trabajando el río, metro por metro, bordeando las correntadas, o haciendo atravesar los remansos detrás de las piedras a nuestra mosca preferida.

Por regla general, debe tratar de buscarse un color de mosca que se asemeje a lo que los peces están comiendo. Si no se ve ningún insecto en el agua o en los alrededores, y no se tiene conocimiento de los que suelen andar en la región en la época del año correspondiente, lo mejor será abrir el estómago del primer pescado que se logre sacar y ver cuáles son sus preferencias.

A veces es más importante el tamaño de lo mosca que el color. Las moscas pequeñas dan buenos resultados en las correntadas rápidas y poco profundas, en cambio los streamers encontrarán interesados en las pozas de aguas lentas y macizas.

Además, su parecido con los pequeños alevines será posible mente una tentación irresistible para los "grandes" del fondo.

 

 
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